Diente de cachalote

134,00

La pieza procede de los niveles más antiguos del Magdaleniense Medio de las Caldas. Es un colgante de marfil, cuidadosamente recortado con un sílex de un fragmento de diente inferior de cachalote perforado y recortado.

Tipo de pieza: Llavero

 

Descripción

La pieza procede de los niveles más antiguos del Magdaleniense Medio de las Caldas, concretamente el nivel VIII.

Es un colgante de marfil, cuidadosamente recortado con un sílex de un fragmento de diente inferior de cachalote (Physeter Macrocephalus) perforado y recortado. Presenta un intenso pulimento y lustre de uso por ambas caras, particularmente en la zona de la perforación. El orificio está centrado y tiene una perforación bicónica ovalada con intenso desgaste y pulimento en los bordes y en el fondo de la misma, lo que sugiere que el colgante estaba fijado a una cuerda del mismo grosor que el orificio.

Examinado al microscopio revela que la fractura del soporte es posterior a la decoración y que la realización de la perforación, en la parte proximal del diente, también es posterior a la ejecución de la decoración. En la superficie presenta arañazos superficiales que se relacionan con el uso y la vida útil de la pieza.

El colgante tiene unos 70 mm de longitud por 32 mm de ancho y 10,8 mm  de espesor. Este diente de cachalote presenta decoración en ambas caras, en la dorsal convexa aparece un bisonte grabado con trazo angular profundo. Toda la superficie había sido rayada y raspada previamente. En cuanto a la descripción del animal señalar que las patas ofrecen un tratamiento simplificado sin cascos y apenas esbozado el segundo miembro por una línea. Completan la figura finos modelados interiores de pelaje, una amplia crinera que cuelga del pecho, y una larga cola dibujada combinando trazos largos discontinuos, en disposición convergente, y un mechón basal mediante otros más cortos; en el detalle del ojo se aprecian suaves raspados superpuestos al grabado, que afectan a la línea inferior; bajo el vientre, se grabó con trazo simple una serie horizontal de ocho signos angulares, semejantes a los signos dobles asociados al cetáceo de la cara interna. El  motivo aparece fracturado a la altura de la frente y el cuerno.

En el bisonte se plasman los convencionalismos propios del Magdaleniense Medio del Cantábrico y Pirineos. Técnicamente la figura se caracteriza por la combinación del grabado profundo del contorno con el relieve diferencial, despieces volumétricos realistas y tratamiento detallado de la cabeza; pelo largo  del tren anterior mediante pequeñas rayas en paralelo, pelo tupido colgando bajo el pecho y la quijada y el antebrazo corto ensanchándose considerablemente a partir de la rodilla.

En la cara interna encontramos grabado, igualmente en relieve diferencial, (detalles de la boca, la aleta pectoral y la cola) el contorno de un cetáceo. Completa la figura el grabado, a trazo profundo, de la comisura de la boca y un pequeño ojo redondeado. La parte posterior de la cola ofrece un  perfil segmentado, característico del cachalote, pero con la rotura de colgante se ha perdido el extremo de la cola y la aleta caudal, que habría permitido una identificación precisa de la especie representada. Por la forma redondeada y pequeña de la cabeza y el ligero abombamiento frontal, morro muy corto, ausencia de aleta dorsal y la aleta pectoral pequeña y redondeada, sugiere una beluga, en su parte anterior, pero en la parte posterior, en cambio, alude al cachalote por las estrías longitudinales y la serie de protuberancias desde la zona dorsal, que se extiende desde la jiba hasta la cola, el diseño de las aletas es similar. La morfología de la cabeza y la disposición  de la boca, en cambio, no coinciden con este especie. Hay que tener en cuenta la licencia del autor y la disponibilidad del espacio al que debe adaptar el diseño. También aparece grabado bajo el vientre, con trazo profundo ensanchado, una hiera de cinco ángulos dobles y uno simple (un examen al microscopio revela que se trabajaron primero los interiores, más pequeños y luego los exteriores). Hechos todos ellos con posterioridad a la figura del animal.

Las representaciones de mamíferos marinos son muy raros en el arte mueble; pero el objeto de las Caldas guarda una gran semejanza con colgante óseo Magdaleniense de Arancou (Pirineos Atlánticos) grabado con un cachalote.

La homogeneidad estilística y técnica sugieren una misma mano ejecutante de la totalidad de la decoración.

El colgante de las Caldas ejemplifica la especialización y desarrollo tecnológico en la industria ósea y el arte mobiliar a lo largo del Magdaleniense Medio Cantábrico.

En la actualidad forma parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico de Asturias en Oviedo.

Los dientes son la materia prima más abundante destinada a la elaboración de colgantes, cerca del 60% del total de materias primas utilizadas para la elaboración de estas piezas durante el Magdaleniense.

 

Documentación:

1.- La cueva de las Caldas (Priorio, Oviedo): ocupaciones Magdalenienses en el valle del Nalón. Ediciones  Universidad de Salamanca, Pags: 371-374

2.-artepaleoliticoenasturias.com (colgante Magdaleniense sobre diente de cachalote procedente de las cuevas de las Caldas)

3.- Munibe Antropología_Arkeologia Nº 59  Pags: 47-66,  2008. Nuevas evidencias de restos de mamíferos marinos en el Magdaleniense: los datos de La cueva de las Caldas (Asturias, España)

Información adicional

Dimensiones 3,6 × 1,7 cm
Materiales

Periodos

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Temática

Tipo de pieza