No cabe duda que el estudio de los Neandertales está cobrando un gran impulso en los últimos años. Parece que a partir de los avances conseguidos, este conocimiento ha dado un gran paso en su desarrollo. Ya no se necesitan fósiles humanos para identificar a los moradores de una cueva prehistórica. Gracias a los sedimentos se ha podido recuperar ADN tanto nuclear como mitocondrial de varios individuos en la galería de las Estatuas en la Cueva Mayor de Atapuerca. Este descubrimiento ya se había realizado en dos cuevas de Siberia (Denisova y Chagyrscaya). En este articulo, Juan Luis Arsuaga explica un hallazgo que marca un antes y un después en el estudio y conocimiento de los Neandertales.